Trás décadas (sí, tengo décadas de existencia, en plural, pero hasta el día 18 aún soy joven) de negativa a la ciberexageración, el ciberbuenrollismo, los ciberblogs (o sea, los blogs) y la ciberamistadtotal tipo Facebook, Tuenti (¿se escribe Tuenti?) etc., hoy comienzo a comportarme como un ciudadano del siglo XXI creando mi propio (¿mi primer?) blog. Hola, posmodernidad.
Todos vivimos en un submarino amarillo. El mío se llama Nautilus. Y hoy sale a flote.
viernes, 6 de noviembre de 2009
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